miércoles, 21 de marzo de 2012

CRÍTICA DE "SCOTT PILGRIM CONTRA EL MUNDO"

Scott Pilgrim vs. the World (2010)
Dirigida por: Edgar Wright
Música: Nigel Godrich
Reparto: Michael Cera, Mary Elizabeth Winstead, Anna Kendrick, Chris Evans, Kieran Culkin...

Argumento: Después de encontrar a la mujer de sus sueños, el joven Scott Pilgrim tendrá que luchar contra sus siete ex-parejas, tarea nada fácil, ya que cada una de ellas tiene superpoderes especiales.


                                                                    INSERT  COIN
                                                                      Por Alejandro Chacón Ruiz.

Cuando dentro de 20 o 30 años se emita, reedite o incluso hagan un
remake de "Scott Pilgrim contra el mundo", muchos de nosotros
sufriremos un monumental arrebato nostálgico, un anhelo profundamente
generacional...Hablando en plata: un monazo de esa cultura ociosa
que surgía como estandarte colosal entre dos milenios.

Edgar Wright, además de ser el descubridor potencial del tronchante
Simon Pegg, es uno de esos directores de estilo y sello inconfundibles,
capaz de crear una troupe de personajes "Made in Wright" en cada una
de sus películas y que, en este caso, han sido maquillados milimétricamente
con el trazo artístico de Bryan Lee O´Malley.

El resultado es un imparable revival de revivals, un juego de videojuegos y
un mundo de submundos que posee un inacabable, incansable apego al
factor sorpresa creativo.
"Scott Pilgrim contra el mundo" es una vertiginosa contemplación
caleidoscópica: cada pasaje se transforma en una viñeta viviente donde
los sonidos y exclamaciones se escriben en bocadillos que inundan
la pantalla. También es un genuino corte de Manga (entiéndase Manga como
la historieta creada en Japón) que permite al espectador hojear el filme, un filme
que es una bofetada histérica y colorista que sirve, además, como ejercicio de memoria.
Pero, por encima de todo, es un viaje deliberadamente pulp, de fresco histrionismo,
donde lo patético es heroico y triunfal.

Éste último punto señala algo muy habitual en el universo de Wright, pero no es el
único lugar común dentro de su filmografía: de hecho, si en "Shaun of the dead" los
zombies irrumpian en las anodinas vidas de los protagonistas, aquí la recreativa
de Pilgrim es invadida por unos exnovios mutados en supervillanos.
Tambien el asombroso montaje es marca de la casa, pero en esta ocasión, viene
con redoble de tambor: las elipsis acaban convirtiéndose en una sucesión de
viñetas que casi interactuan entre si, propiciando un ritmo argumental sin freno.
Y, por supuesto, el director expone su absoluta predilección por los guiños:
 
-La alternancia del animé evoca secuencias del Kill Bill de Tarantino (tal vez
Scott Pilgrim es una versión atolondrada de la Mamba Negra...)
 
-El ataque del primer supervillano, con numerito bollywoodiense incluido.
 
-La presencia de Brandon Routh, de ex-Superman a ex-novio telequinético
 con ínfulas de X-men.
 
-O, como es obvio, el guaperas de Chris Evans encarnando a un actor de subproductos
 de acción baratos, enmarcado en una escena de "cine dentro del cine" que eleva
 el concepto de "ficción" a su máximo exponente.

Destacar, por último, secuencias como el enfrentamiento de los Sex-Bob-Omb contra
los gemelos Katayanagi, con espectacular pirotecnia de FX que acaba siendo
un asombroso cruce entre "Cazafantasmas", "Godzilla" y un recital de U2.
También la escena onírica con Ramona, mientras suena la deliciosa melodía de
"Legend of Zelda".

Definitivamente, "Scott Pilgrim contra el mundo" introduce a Street Fighter, Mortal Kombat,
los Tamagotchis, Pucca, Capcom, la Marvel y el Guitar Hero, entre otros muchos elementos
en una turbina para deleitarnos con un batido supervitaminado y mineralizado.
Solo he de añadir dos palabras: Insert Coin.

NIVEL DE VICIO: 8'5

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