jueves, 19 de abril de 2012

CRÍTICA DE "CÓDIGO FUENTE"

Source Code (2011)
Dirigida por: Duncan Jones
Música: Chris Bacon
Reparto: Jake Gyllenhaal, Michelle Monaghan, Vera Farmiga, Jeffrey Wright...

Argumento: El soldado Colter Stevens es la pieza clave de un experimento
gubernamental en el cual tendrá que revivir repetidamente en el tiempo
la explosión de un tren de pasajeros hasta descubrir y cazar al terrorista.


                                                     EXPLOSIVO DIA DE LA MARMOTA
                                                                      Por Alejandro Chacón Ruiz.

"Código Fuente" no ha sido concebida para el disfrute de estudiantes de Letras Puras.
Curiosamente, ni siquiera los cerebritos de Ciencias lograrán descifrar todo el
compendio matemático-físico-festivo que arrastra su turbio nucleo argumental.
Pero, ¿saben qué...? Nada de ésto importa lo más mínimo: si bien es cierto que para
justificar los viajes en el tiempo, materializaciones y demás incongruencias
metafísicas que forman parte del ser y estar (o no estar) del personaje de Jake Gyllenhaal
se ha recurrido a una hiperbólica ficción numerológica, lo realmente válido y sólido
de todo es que en esa superficie apta para todas las neuronas domina un producto
entretenido, interesante y plenamente satisfactorio.

Duncan Jones ha sabido extraer de lo indescifrable una alegre aceptación de lo absurdo,
ya que su imposibilidad está tan bien trabajada, montada y acometida que consigue
no hacer deshechable ni un solo minuto del metraje.
Si "Moon" era poderosamente original, "Código Fuente" es triunfalmente referencial:
hay mucho de "Matrix", pero sin los ralentís acrobáticos, gotitas del "Cube" de Vincenzo
Natali, ecos de la saga "Destino Final" e incluso (que es lo más gracioso), una evidente
aproximación a "Atrapado en el tiempo" pero sustituyendo a la cómica marmota por
un tren que explota una y otra vez.

Inmersos en el bucle terrorista, brillan el citado Gyllenhaal y su compañera Michelle
Monaghan, ambos mostrando una complicidad tremenda que refuerza el vínculo
dramático de la situación general y de la relación entre ellos en particular.
También hay que subrayar la contención y firmeza del personaje de Vera Farmiga, una
fabulosa actriz digna de reivindicar y prodigarse aun más en la gran pantalla.

Pese a formar parte de en subgénero dominado por los Fx de alta generación y
ampulosa vistosidad, "Código Fuente" no destaca especialmente en éste sentido- de
hecho, las explosiones y los momentos de acción más vívidos no pasan de la corrección,
de lo méramente aceptable-, sin embargo, ganan muchos enteros el suspense y los
momentos de tensión, puntualmente clásicos, hitchcockianos incluso, que merodean entre
los pasillos del tren y ciertas secuencias como en las investigaciones de Colter en la estación
o la escena de la furgoneta repleta de artilugios detonantes.

Y es que Duncan Jones demuestra una vez más que sus satélites fílmicos poseen
una órbita favorable a ese gran planeta que es el Séptimo Arte, ofreciendo, de paso, un
código sin barras para el espectador.

NIVEL DE VICIO: 7



MENTES VICIADAS




Estimados y neuronalmente cortocircuitados viciosos y viciosas:
BIENVENID@S a la sección "Mentes Viciadas", un pequeño cubículo en el que realizaremos descacharrantes alteraciones genéticas entre el Séptimo Arte y los más diversos elementos de origen animal, vegetal o mineral.
¿Teneis alma de profesor chiflado? Pues aquí os invitamos a que lo demostreis libremente. Mandad vuestros engendros, "remixes" o fórmulas informulables con vuestro nombre o un "nick" a través de los Comentarios de la sección. La dirección de Cinema Paravicio los hará públicos y todos nos beneficiaremos de grandes momentos de creatividad y cachondeo cinéfago.
Para ir arrancando motores, Mentes Viciadas presenta su primer bloque, ¡esperamos vuestras propuestas!:

                                                        CINE  QUE  ENGORDA!!!(1)

-"Quesadilla en Elm Street": Un cocinero asesino fallece en un incendio provocado intencionadamente por los padres de unos niños que murieron intoxicados por una quesadilla hecha a base de productos ecológicos caducados. Diez años despues, esos niños, ya adolescentes hipersalidos, recibirán la visita fantasmal del cocinero cada vez que tengan retortijones, vómitos o diarrea, rematándolos con una sobredosis de quesadilla tóxica.

-"Los huevos del hambre": En un futuro no muy lejano, allá por el año 4.872, la Tierra está a punto de irse a tomar viento y sólo quedan seres humanos, gallinas y el Gran Hermano. Dos jóvenes tendran que alimentarse, en una carrera contrarreloj y durante tres meses, a base de huevos escalfados para ganar los 100.000 euros de "Gran Hermano 12012 + 1", el reality presentado por una Mercedes Milá biónica.

-"El goloso en llamas": Un adicto a los dulces decide tomarse unas vacaciones y marcharse a la Costa del Sol a broncearse en la playa. Mientras está tumbado en la arena y tras un atracón de yemas de Santa Teresa, se queda traspuesto bajo un sol abrasador, a 48 grados y sin crema protectora. El infeliz acabará ardiendo por una combustión espontanea, prendiendo fuego a las sombrillas y toallas colindantes y alcanzando una gasolinera cercana que explotará de una manera tan burra que derribará la fachada del Hotel Guadalpín.

-"La noche de los huertos vivientes": El campesino Jorge Romero y su esposa vivirán una noche de terror vegetariano, cuando todas las verduras y hortalizas de sus tierras cobren vida y rodeen la granja en la que habitan, organizando una tomatina sin precedentes y no apta para todos los estómagos.

-"Una menta maravillosa": Un profesor aquejado por una esquizofrenia galopante, encuentra en las sobredosis de Pistolínes el remedio contra sus paranoias. Cuanto más pistolines chupa, más genio se vuelve, llegando a ser una eminencia en las matemáticas y conquistando a la mismísima Jennifer Connelly.

(Continuará...)





miércoles, 18 de abril de 2012

CRÍTICA DE "RIO"

Rio (2011)
Dirigida por: Carlos Saldanha
Música: John Powell
Reparto: Voces originales de Jesse Eisenberg, Anne Hathaway, Leslie Mann, Jamie Foxx...

Argumento: Blu, un ingenuo guacamayo que no sabe volar y Jewel, una hembra
de su misma especie emprenderán una excitante aventura llena de música y color
enmarcada en los carnavales de Brasil.


                                                                   ¡ME RIO DE JANEIRO!
                                                                       Por Alejandro Chacón Ruiz.


Poco queda bajo el sol de la animación tridimensional...al menos en lo que concierne
a aquellos estudios (Fox, Dreamworks...) que intentan hacerle sombra a la todopoderosa
Disney.
La corrección planea por encima de conceptos como avances tecnológicos, originalidad
argumental o cualquier disciplina innovadora o transgresora.
Carlos Saldanha, que firmó y co-dirigió todas las secuelas de "La edad de hielo", plasma
con toda su buena fe esa corrección lineal y de escaso riesgo en su última película.

"Rio" es más de lo mismo pero con un envoltorio más colorista, pomposo y sugerente.
La transición de escenarios (dejamos los glaciares mortecinos para aterrizar en una ciudad
apabullante, rebosante de tonalidades vivas y alegres) evidencia un clarísimo amago de
evolución formal, incluso plástica que, para bien o para mal, solo entra por los ojos (y muy bien,
además) pero sin la garra perdurable, sin el gancho certero para la memoria o las emociones.
A nivel de creación de personajes, son los guacamayos y la fauna colindante los que merecen
el mayor reconocimiento. Tanto Blu como Jewel poseen un diseño y caracter bastante notable,
lo mismo que el villano de la función, el anciano Nigel (que recuerda mucho al peluche malvado
de "Toy Story 3", pero con plumas...) y su tropa de monos desequilibrados.
Los protagonistas "humanos", en cambio, poseen el trazo de siempre, con los tics y gestualidades
característicos de este tipo de producciones, aunque sin demasiada expresividad o mimo por
el detalle. Digamos que apuestan más por el histrionismo o el gag corporal, para variar.

De todas formas, y siendo justos con la propuesta de la Fox, "Rio" cumple absolutamente con
su cometido de entretener y hacer reir a su público potencial. Hay pasajes humorísticos
eficaces, que consiguen arrancar sonrisas y carcajadas en no pocas ocasiones.
Tambien el ritmo es trepidente, con escenas vertiginosas y espectaculares (momentos como el
primer vuelo accidentado de Blu, entre aladeltas que planean alrededor del majestuoso Cristo
de la ciudad, o la multicolor y fastuosa secuencia de la cabalgata) que, vistas con el enfoque
3D adquieren un exponente más que considerable.
Aunque, sin duda alguna, lo mejor del filme es su banda sonora: tanto la hermosa selección de
canciones, como la partitura creada por John Powell (atención al número musical que inaugura
y clausura "Rio") ofrecen una fusión vibrante, pegadiza y poderosa que es un auténtico
regalo para los oidos.

En definitiva, un pasatiempo bonito, agradable y sencillo que contagia cierta alegría peregrina,
volátil, que, para los tiempos que corren, no es moco de guacamayo.

NIVEL DE VICIO: 6


jueves, 12 de abril de 2012

CRÍTICA DE "EL ÚLTIMO VERANO"

36 vues du Pic Saint-Loup (2009)
Dirigida por: Jacques Rivette
Música: Pierre Allio
Reparto: Sergio Castellitto, Jane Birkin, Julie-Marie Parmentier, André Marcon...

Argumento:  Kate regresa al negocio del circo tras el fallecimiento de su padre.
Mientras, Vittorio, un italiano que comienza a frecuentar el espectáculo ambulante
y a codearse con sus trabajadores, acabará involucrándose afectivamente con Kate.



                                                           TU CIRCO ES PURO TEATRO
                                                                       Por Alejandro Chacón Ruiz.

Hablar del amor con sencillez puede ser maravilloso...
En cambio, hablar del amor con desgana resulta demoledor. Y si además se recurre al lenguaje cinematográfico, pues mal empezamos y aun peor terminamos.
Jacques Rivette ("Vete a saber", "La bella mentirosa"...) pierde el equilibrio y el pulso narrativo al sustituir la cuerda floja por un auténtico alambre de espinos que desgarran su relato desde múltiples vertientes.
Hay una linealidad torpe, titubeante durante el transcurso de la historia, con tránsitos humorísticos que acaban resultando deslucidos y asépticos (Rivette juega a ser Tati con las piezas erróneas del rompecabezas).
También surgen amagos de entreactos que tratan de dotar al filme de un naturalismo barato, pretendiendo una aproximación realista y fresca de cara al espectador que no solo añade distancia sino apatía y sopor.

En efecto, Rivette ha procurado dotar a su producto con un halo teatral, añadiendo a su humilde carpa multitud de minúsculas bambalinas donde, supuestamente, los personajes se confiesan, montan sus monólogos
y desmaquillan sus clowns para desnudar sus almas.
Hay una puesta en escena deliberadamente íntima, casi minimalista que encuentra su punto débil en una artificiosidad irrefrenable, sin ataduras. En éste sentido, el protagonismo de Jane Birkin hace flaco favor para
enmendar el desaguisado: la actriz, que pese al paso de los años sigue igual de sosita y acartonada, no alcanza el mínimo requerido de credibilidad y complejidad para dibujar al personaje de Kate.
Basta ver pasajes como el soliloquio mostrado en la carpa vacía o las conversaciones con su hermana para comprobar la mediocridad de la intérprete. Ni siquiera el apoyo del siempre enorme Sergio Castellito enmenda ésta causa perdida que resulta difícil de soportar en una sala de cine.

"El último verano" no es una mala película, sino una representación fallida, un juego de malabares bienintencionado pero mal ejecutado y una auténtica sonrisa invertida que no arranca llantos ni carcajadas.

NIVEL DE VICIO: 3

miércoles, 11 de abril de 2012

CRÍTICA DE "PIRAÑA 3D"

Piranha 3D (2010)
Dirigida por: Alexandre Aja
Música: Michael Wandmacher
Reparto: Elizabeth Shue, Ving Rhames, Adam Scott, Jerry O'Connell, Kelly Brook, Dina Meyer...

Argumento: Llegan las vacaciones de primavera y el Lago Victoria se llena de jovencitos descerebrados, chicas medio desnudas, alcohol, drogas...y cientos de voraces pirañas prehistóricas. La diversión acabará siendo un apoteósico baño de sangre.


                                              ¡ÉSTOS PECES ESTÁN QUE SE SALEN!
                                                                      Por Alejandro Chacón Ruiz.


Ni con gafas 3D se ve con buenos ojos el cine gamberro y sin complejos...
Si pensábamos que Alexandre Aja había dejado de ser tan "enfant terrible" con (la muy estimable) "Mirrors", el regocijo y el furor adquieren niveles estratosféricos con el remake de "Piraña".
Sí y mil veces sí: lo nuevo de Aja es cine enfocado por y para la diversión palomitera, es un potentísimo chute de película veraniega de antaño, de terror ochentero con monstruítos, descerebrados y macizorras de turno.

Y hay tetas...

"Piraña 3D" es arrebatadoramente disfrutable desde el minuto 1, como una turbina de agua, bañadores, silicona, alcohol , drogas y hemoglobina que muestra sus intenciones tan abiertamente al gran público convirtiéndola en la mejor muestra de subgénero realizada en los últimos diez años.

Y hay culos...

No conforme con la autenticidad de su condición, el filme tiene, además, numerosas virtudes a nivel técnico y de realización. Las escenas subaquáticas tienen una calidad impecable, la fotografía
es luminosa y los encuadres son extraordinarios. Y hablando de ubicaciones:
pese a que el escenario fundamental de la función es el Lago Victoria y sus cuevas sumergidas, mucha atención a esos contornos áridos, rocosos y malrolleros "made in Aja" que rodean el lugar...dicen por ahí que esas colinas tienen ojos.
Por otro lado, no podemos dejar de mencionar los asombrosos Fx de maquillaje
de Nicotero y Berger, auténticos maestros de la casquería e higadillos de calidad.

Y hay tetas...

¿Y de las reinas de la función, qué decir?...Pues que las pirañas de Joe Dante tenían su mérito, las de James Cameron volaban...pero las de Ajá se salen! Y no solo por el reciclaje tridimensional, sino por el diseño, ferocidad, poca verguenza y cachondeo que destilan cada una de ellas...Vamos, son como gremlins acuáticos.

Y hay culos...

Si a todo lo relatado, añadimos un reparto más que solvente (Elizabeth Shue, Jerry O'Connell, Ving Rhames...), caras y cuerpos bonitos (Kelly Brook, Jessica Szohr...) y cameos de relumbrón (Richard Dreyfuss-y pensar que pudo con el Tiburón de Spielberg!-, Dina Meyer, Eli Roth...) y una banda sonora que te contagia cierto ritmillo en la butaca, solo queda puntualizar lo citado al comienzo de éstas lineas.

No suele verse con buenos ojos el cine gamberro y sin complejos. Una película como
la que nos ocupa está destinada, sin razónes de peso, a ser vapuleada casi desde su gestación.
Tan solo queda decir que, mientras los críticos afilan sin piedad ni sentido sus cuchillos,
y habiendo pirañas de por medio, viene de perlas citar aquello de "¡dientes, dientes, que es lo que les jode!".

NIVEL DE VICIO: 9

CRÍTICA DE "EL MUNDO SEGÚN BARNEY"

Barney's Version (2010)
Dirigida por: Richard J. Lewis
Música: Pasquale Catalano
Reparto: Paul Giamatti, Dustin Hoffman, Scott Speedman, Rosamund Pike, Minnie Driver...

Argumento: Barney Panofsky es un viejo productor de televisión, aficionado
a la bebida y fanático del hockey que lleva una vida bastante caótica.
Se ha casado tres veces, tiene un padre extravagante, un amigo encantador
y una enfermedad que le va consumiendo sin darse cuenta.


                                                               NIEBLA EN LA MEMORIA
                                                                       Por Alejandro Chacón Ruiz.

Richard J. Lewis estaba reciclado desde hacía varias décadas en el formato televisivo de consumo rápido y fácil digestión (capítulos de "CSI Las Vegas", "El Autoestopista", "Historias del Más Allá"...)hasta que un best-seller de Mordecai Richler, oportunamente guionizado, le invita a redescubrirse de forma triunfal ante la gran pantalla.
Y su triunfo se ubica en no pocas disciplinas dentro de "El mundo según Barney":                                      

-Por un lado nos encontramos con una dirección de actores soberbia, impecable. La palma se la lleva un Paul Giamatti arrebatador, entrañable y con un poderío emocional que alcanza a manos llenas la fibra sensible
del espectador(atención a momentos como el hallazgo del cuerpo de su padre en el burdél, la confesión amorosa ante Miriam en el tren o los dolorosos tramos finales, con la enfermedad de Barney en fase terminal).

Dignos de destacar son también Rosamund Pike(ese cruce inglés entre Audrey Tautou y Sophie Marceau), Minnie Driver(en un divertido rol de histérica indeseable), Scott Speedman y su creible sexy-yonki...y por supuesto, al veterano de Dustin Hoffmann bordando al hilarante y deslenguado patriarca (ojito al instante de la cena en la mansión de la familia de la futura segunda esposa de Barney).

-En otro orden de cosas, Lewis esparce la relatividad del amor en su narración con un clasicismo formal y un sentido del ritmo francamente admirables. Conocemos al protagonista con una profundidad inusitada, podemos apreciar cada matíz del caracter de Barney Panofsky, disfrutar de empatías y simpatías a través de las diversas décadas en las que evoluciona el personaje y sus entrañas...y todo ésto no suele fluir ni con todas las historias ni con todas las películas.

-En último lugar, "El mundo según Barney" habla de los errores más humanos, de las torpezas más transparentes...de la pasión ciega como prehistoria del amor incondicional. El filme tiene un alma genuinamente blanca y eso queda reflejado de forma indeleble en las miradas, las risas, los gags agridulces y las lineas brillantes que conforman cada fotograma.

Es comedia, es drama, es cine negro, es revival...pero, muy por encima de todo, es una mirada fija e inmutable hacia esa niebla de la memoria, a esa dolencia del recuerdo que perturba la mente pero que jamás enmudece al corazón.

NIVEL DE VICIO: 8'5


martes, 10 de abril de 2012

CRÍTICA DE "NUNCA ME ABANDONES"

Never let me go (2010)
Dirigida por: Mark Romanek
Música: Rachel Portman
Reparto: Andrew Garfield, Carey Mulligan, Keira Knightley, Sally Hawkins, Charlotte Rampling...

Argumento: Tres muchachos pasan su infancia en Hailsham, un internado inglés donde nada es lo que parece. El ambiente idílico del lugar les depara un futuro cruel e inquietante y la única salida posible reside en sus propios corazones.


                                                             DONANDO  SENTIMIENTOS
                                                                        Por Alejandro Chacón Ruiz.


Pocas cosas pueden resultar tan estremecedoras como el descubrir que tu vida ya está proyectada desde el minuto cero. Alguien ha delimitado tu futuro hasta el punto que tú mismo debes reconstruir tu propio corazón...Y no el corazón que late, sino el que siente y piensa. El que tiene sus puntos cardinales entre el cerebro y los genitales.

Mark Romanek plasma en un cuento presuntamente luminoso y tierno ese poso trágico y casi psicotrónico (impulsado por la literatura de Kazuo Ishiguro, como es obvio) en el que unos niños descubren mucho antes el destino de sus sentimientos que la finalidad de sus propios organismos.

Añadiendo cucharaditas de "L'ecole" de Lucile Hadzihalilovic y leves esencias del John Irvin y su "Despertar del Amor", el realizador ilumina con energía y musicaliza (maravillosa Rachel Portman) grácilmente toda una antesala entrañable, idílica telonera de una adolescencia terminal repleta de interiores amputados y exteriores forzados al deseo y resignados al desamor.

"Nunca me abandones" posee una armonía decadente que la convierte en un filme de ficción honesto, peligrosamente sutíl y cercano, capaz de esparcir un terror tan silente que parece dulce, como si de un afilado juguete se tratara.

Mención aparte merecen los aun desconocidos intérpretes que representan la niñez de Mulligan, Garfield y Knightley, en una ejecución de personajes emotiva, de naturalidad pasmosa e infinitamente superior a las sus réplicas adultas y estelares (exceptuando a una soberbia Carey Mulligan, capaz de acongojar al más curtido).

Definitivamente, un relato sobre la donación de sentimientos y la clonación de esas piedras del camino con las que el ser humano está condenado a tropezar hoy, mañana y siempre.

NIVEL DE VICIO: 8

CRÍTICA DE "CISNE NEGRO"

Black Swan (2010)
Dirigida por: Darrn Aronofsky
Música: Cliff Martinez
Reparto: Natalie Portman, Vincent Cassel, Mila Kunis, Winona Ryder, Barbara Hershey...

Argumento: Nina vive por y para la danza. Forma parte del cuerpo de ballet de una compañía en Nueva York y cuando el azar le ofrece protagonizar "El lago de los cisnes", la presión, los nervios y el agotamiento la arrastrarán a un mundo pesadillesco donde la realidad se tambalea peligrosamente.
                         PASOS DE DANZA SOBRE EL FILO DE UNA NAVAJA
                                                                     Por Alejandro Chacón Ruiz.

Resulta asombroso no descifrar versos en un filme tan potencialmente poético
como el "Cisne Negro". Sin llegar a experimentar el síndrome de Stendhal, la
contemplación de éste inmenso mural viviente puede llegar a arrebatar la sensibilidad
(que no el sentido) del espectador para envolverle en su cálido manto abrupto y pesadillesco.
Más que hermosura y belleza, hay un lirismo tan desgarrador y sangrante
en el lago de Aronofski que, sin querer remediarlo, acaba anidando en el alma y la
memoria del público.
La historia tiene todo su abecedario, todos sus pulmones y hasta el último latido
en los rasgos y el talento de una Natalie Portman tan inmensa, tan poderosa, que
provoca una compasión extenuante y un atisbo de pavor que confunde e incluso hiere.

El realizador situa la cámara vertiginósamente cerca de sus personajes, creando
empatías claustrofóbicas y realidades oprimentes(otorgándonos, de paso, con
piruetas visuales tan alucinantes como esos giros de eje completos delante de un espejo),
para dibujar así el enfermizo cosmos de Nina Sayers.
No requiere Aronofski de malsanas academias en Friburgo, ni de adoradores de una
Mater Suspiriarum, tampoco ha de girar lirios azules para descubrirnos atajos a terrores
impensables...tan solo le basta y le sobra con merodear en la frágil, inestable y psicótica
mente de su bailarina principal para hacer que el miedo gire y despliege sus alas.
Y logra así hacernos testigos de la ascensión de Nina a través de los bulímicos peldaños
de su particular escalera de Jacob, calar en el bajo vientre mientras se desgarra a
arañazos el doble cuerpo para que surgan las dobles plumas, las blancas y las oscuras,
las que situan al verdugo que hay detrás del cristal frente a la víctima que hay ante él.

Toda esa relatividad grotesca, su multiplicidad reflectante, la riqueza incalculable de
sus personajes y, fundamentalmente, una capacidad de emocionar entre sobresaltos
y amedrentarnos con la triste honestidad de una mente insana, erigen esta pieza
como el más perverso, majestuoso y sensacional canto de cisne de su director.
Un canto que ha manipulado sus guiños voluntarios en acertadísimos parecidos razonables
(la relación de Nina y Erica nos arrastra a esa obsesiva unión depalmiana entre Carrie White y su
fanática madre-puntualmente en el instante en que el personaje de Barbara Hersey intenta
impedir que su hija asista a la representación...¿le pitarán los oidos a Piper Laurie?-)o licencias
autrorreferenciales(la desconcertante secuencia de la discoteca, con Nina y Lily en una vorágine
de luces y techno que recuerda a las orgias anales de Jennifer Connelly en "Requiem por un sueño")
dignos de la más encendida y larga ovación.

Una oscura, sombría, caótica y casi masoquista obra maestra que ha tomado prestados los alfileres
oculares de Argento para que nuestros ojos no se pierdan ni un segundo del espectáculo
más dolorosamente perfecto de los últimos años.

NIVEL DE VICIO: 9

CRÍTICA DE "UNCLE BOONMEE RECUERDA SUS VIDAS PASADAS"

Lung Boonmee raluek chat (2010)
Dirigida por: Apichatpong Weerasethakul
Música: Varios
Reparto: Thanapat Saysaimar, Jenjira Ponqpas, Sakda Kaewbuadee...

Argumento: Aquejado de una grave enfermedad, el tio Boonmee decide pasar sus últimos dias de vida, junto a sus seres queridos, en el campo. Mientras se debate entre la vida y la muerte, varios espíritus de familiares desaparecidos le visitarán, para guiarle en una especie de viaje ancestral.


                                                     VIDAS PESADAS, MUY PESADAS
                                                                      Por Alejandro Chacón Ruiz.

Para sobrevivir psicológicamente al visionado de esta coproducción
dirigida por el casi impronunciable Weerasethakul, no hace falta
tener todos los chakras abiertos, ni quitarle las legañas al aletargado
tercer ojo de Lobsang Rampa y mucho menos tener un karma en
estado de gracia.
Los requisitos son simples y muy concretos: estar sentado en la
butaca en la posición más incómoda posible y no tener en cuenta
el tiempo perdido ni la asimilación desperdiciada.

Uno de los rasgos más llamativos que el director tailandés ha plasmado
en su soliloquio presuntamente trascendental es un desapego
malencarado hacia el ritmo y los tempos cinematográficos.
La historia del Tio Boonmee está desarrollada con una anarquía narrativa
premeditada hasta la médula, orgullosa de su propia estampida hacia
un camino único, una fuga programada para invadir un solo corazón,
envolver una sola alma y enriquecer un espíritu irrepetible, perteneciente
al hacedor que mueve la cámara.

El factor más interesante del metraje se percibe en un naturalismo
rudimentario a la hora de mostrar detalles cotidianos y transformarlos
en elementos de serena poesía: la noche tiene una oscuridad pura,
primitiva, como si la vida dormitase y el universo mostrara lo que oculta
debajo de su piel. Las grutas parecen representar un epílogo vital
que ejercerá de telonero al prólogo espiritual y las cascadas son remansos
nínficos para embellecer la sexualidad.
Pero éstas sensaciones, por desgracia, pertenecen más a la percepción del
espectador que a la intención del realizador.

De hecho, Weerasethakul, otorga un tratamiento al universo espiritual que
al querer ser cercano y familiar resbala torpemente hacia lo bufonesco y paródico,
reciclando un más allá respetuoso en un más acá blando, cutre y paupérrimo.
Escenas desaprovechadas de forma indignante como ese acercamiento de
los seres queridos fallecidos al familiar agonizante (con esa esposa ectoplásmica más
hierática que el palo de una escoba o, el sonrrojante hombre-mono,más cercano
al Paul Naschy de "La noche de Walpurgis", que a un producto de la reencarnación
ancestral) o el pasaje de la inmersión en las cascadas, reducida a un amago
de hermosura fugaz, inodoro e indoloro.

Y es que no hay nada que produzca más tristeza que contemplar un desatino
interminable, que habla pero no dice nada, muestra pero no demuestra
y ciega pero no deslumbra. Ésta es la esencia del anticine.

NIVEL DE VICIO: 2

CRÍTICA DE "COPIA CERTIFICADA"

Copie Conforme (2010)
Dirigida por: Abbas Kiarostami
Música: Varios
Reparto: Juliette Binoche, William Shimell, Jean-Claude Carriére, Agathe Natanson...

Argumento: Un escritor inglés viaja al sur de la Toscana para dar una conferencia. Allí conocerá a una galerista francesa con la que entablará una, cuanto menos, curiosa relación.


                                                     (DES)AMOR CONTEMPLATIVO
                                                                     Por Alejandro Chacón Ruiz.

Si en títulos anteriores como "A través de los olivos", "Y la vida continúa"
o "El viento nos llevará" Kiarostami nos sumergía en el cine dentro del
cine, incluso en rodajes dentro de rodajes, en "Copia Certificada" nos habla
de personajes dentro de personajes.
 
También hay miradas dentro de miradas. El ojo creativo retratando al
ojo contemplativo-éste galimatías se resuelve viendo el asombroso
arranque de la película: mientras el escritor protagonista presenta
su novela, la camara de Kiarostami registra con inusitada naturalidad
los rostros y las reacciones de varios asistentes al acto-
Algo parecido sucedía, de forma mucho más irritante, en la anterior "Shirin",
pero ocupando todo un metraje y colmando la paciencia de muchos espectadores.

El realizador iraní traslada su sabiduría creativa a Europa, a una Toscana más
íntima a nivel cinematográfico, deliciosamente rural, para desatar un amalgama
de discursos perfectamente reconocibles y progresivamente más y más sorpresivos.
Siguiendo esa progresión, Kiarostami, sirviéndose de una extraordinaria Juliette
Binoche y un contenido pero fabuloso William Shimell, nos expone a las imitaciones,
a las copias, como contenedores de una carga emocional/sentimental mucho mayor
que en la obra original(a fin de cuentas, el original sólo pertenece al autor y sus
circustancias y una copia, en cambio, puede considerarse un acto de compartición,
como si del mismísimo Amor se tratara)
 
Curiosamente, el personaje de Ella, tan original e inimitable, está rodeado de copias
(esculturas, antiguedades, libros...)dada su profesión, mientras que James,
deliberadamente frio y meticuloso, es un ser que utiliza su creatividad para
autorreafirmarse. Es más, sus libros son como fotocopias que certifican ideologías,
sentimientos de dudosa credibilidad que mutan en perros lazarillos que le guian
en un devenir mecánico y frustrante.

Kiarostami nos propone un certero ejercicio de meditación: lo original puede ser mucho
menos espontáneo que lo imitado ya que las copias quizás tengan un sello más
personal, con un vagaje pasional mucho más rico, más cercano y cálido.
Pero "Copia Certificada" sigue mondando las capas de sus personajes, dejando atrás
los viajes interiores, los autodescubrimientos y desembarcando en la esencia
potencial del filme: en el ejercicio de la contemplación de obras de arte y personajes
pintorescos, James y Ella intentan reescribir sus propias vidas, desatar nudos,
despojarse de cualquier ropaje para ser libros en blanco, puros y vírgenes.
Se proponen, de esta forma,  ejercicicios de conciencia interesantes, como asumir que
las personas que forman parte de nuestras vidas son copias certificadas de todo
lo que amamos y todo lo que odiamos.

Quisiera destacar los curiosos, pero nada casuales encuadres utilizados por
Kiarostami, subrayar la sutileza con la que desmascara situaciones, como en
la genial escena de la cafetería atendida por una señora con forma y oficio de
punto de inflexión o la hiriente serenidad de su epílogo, en la secuencia del hotel,
mostrando a Ella como la mujer anclada en los recuerdos-por cierto, atención
al evocador tartamudeo final- y a James como individuo en permanente huida
personal, condenado a la memoria selectiva.

En definitiva, "Copia Certificada" es un maravilloso juego de falsos anónimos
que buscan esa dedicatoria profunda y amorosa que sea la huella indeleble
que marque sus vidas.

NIVEL DE VICIO: 8