jueves, 12 de abril de 2012

CRÍTICA DE "EL ÚLTIMO VERANO"

36 vues du Pic Saint-Loup (2009)
Dirigida por: Jacques Rivette
Música: Pierre Allio
Reparto: Sergio Castellitto, Jane Birkin, Julie-Marie Parmentier, André Marcon...

Argumento:  Kate regresa al negocio del circo tras el fallecimiento de su padre.
Mientras, Vittorio, un italiano que comienza a frecuentar el espectáculo ambulante
y a codearse con sus trabajadores, acabará involucrándose afectivamente con Kate.



                                                           TU CIRCO ES PURO TEATRO
                                                                       Por Alejandro Chacón Ruiz.

Hablar del amor con sencillez puede ser maravilloso...
En cambio, hablar del amor con desgana resulta demoledor. Y si además se recurre al lenguaje cinematográfico, pues mal empezamos y aun peor terminamos.
Jacques Rivette ("Vete a saber", "La bella mentirosa"...) pierde el equilibrio y el pulso narrativo al sustituir la cuerda floja por un auténtico alambre de espinos que desgarran su relato desde múltiples vertientes.
Hay una linealidad torpe, titubeante durante el transcurso de la historia, con tránsitos humorísticos que acaban resultando deslucidos y asépticos (Rivette juega a ser Tati con las piezas erróneas del rompecabezas).
También surgen amagos de entreactos que tratan de dotar al filme de un naturalismo barato, pretendiendo una aproximación realista y fresca de cara al espectador que no solo añade distancia sino apatía y sopor.

En efecto, Rivette ha procurado dotar a su producto con un halo teatral, añadiendo a su humilde carpa multitud de minúsculas bambalinas donde, supuestamente, los personajes se confiesan, montan sus monólogos
y desmaquillan sus clowns para desnudar sus almas.
Hay una puesta en escena deliberadamente íntima, casi minimalista que encuentra su punto débil en una artificiosidad irrefrenable, sin ataduras. En éste sentido, el protagonismo de Jane Birkin hace flaco favor para
enmendar el desaguisado: la actriz, que pese al paso de los años sigue igual de sosita y acartonada, no alcanza el mínimo requerido de credibilidad y complejidad para dibujar al personaje de Kate.
Basta ver pasajes como el soliloquio mostrado en la carpa vacía o las conversaciones con su hermana para comprobar la mediocridad de la intérprete. Ni siquiera el apoyo del siempre enorme Sergio Castellito enmenda ésta causa perdida que resulta difícil de soportar en una sala de cine.

"El último verano" no es una mala película, sino una representación fallida, un juego de malabares bienintencionado pero mal ejecutado y una auténtica sonrisa invertida que no arranca llantos ni carcajadas.

NIVEL DE VICIO: 3

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