miércoles, 9 de mayo de 2012

CRÍTICA DE "¿ESTÁS AHÍ?"

¿Estás ahí? (2011)
Dirigida por: Roberto Santiago
Música: Zacarías M. de la Riva
Reparto: Gorka Otxoa, Miren Ibarguren, Carmen Elías, Miguel Rellán...

Argumento: Ana acaba de morir en un accidente de tráfico. Pero su fantasma se niega a romper su relación sentimental con Fran. La atípica pareja tendrá que aprender a convivir bajo un mismo techo y adaptarse a tan peculiar situación.


                                                     HUMOR SIN CUERPO Y SIN ALMA
                                                                       Por Alejandro Chacón Ruiz.

Tanto Gorka Otxoa como Miren Ibarguren han demostrado ser grandes comediantes dentro de la gran pantalla en "Pagafantas" y "Una hora más en Canarias" respectivamente. Nadie puede dudar del talento interpretativo de ambos.
 
En lo nuevo de Roberto Santiago, las virtudes anteriormente citadas se intuyen, pero no se palpan...Haberlas, haylas (esas virtudes) como las meigas...pero no siempre son evidentes. Lo único evidente en esta comedieta de consumo rápido es una desgana absoluta por invocar un humor inteligente, efectivo y no efectista y alejado del recurso ramplón, la mogigatería forzada y el gag físico destartalado.
 
La paupérrima puesta en escena donde campan los personajes de Santiago se aproxima peligrosamente a las tablas de los teatros amateurs (sobrados éstos de mucho más ingenio y frescura) o de los espacios reservados a monologístas...Todo elemento está encorsetado, lamentablemente reducido a ser preso potencial del golpe facilón, la salida tópica o la mueca infinitesimal en la cara más devaluada de éste género.
 
Hay frases sueltas que arrancan sonrisas, gestos puntuales resultones y moderadamente divertidos, pero, ironías de la vida, "¿Estás ahí?" logra introducirse en el ánimo del espectador al merodear por los senderos melancólicos, serénamente nostálgicos que aparecen de forma inesperada en la historia, abriendo esperanzadores paréntesis entre tanta mediocridad: momentos como la secuencia en la que los espíritus de Ana y Claudio observan desde el balcón del apartamento como las casas del barrio y las calles cercanas también poseen otras presencias fantasmales o un instante realmente conseguido y de notable fuerza dramática (mérito de una Miren Ibarguren soberbia), aquel en el que Ana decide "liberar" a Fran de su presencia, para que él se reencuentre con el amor...Tan solo las miradas y la emoción del personaje hablan por sí solas.
 
Volviéndo a su propósito fundamental, el filme no tiene mucho más que añadir. El tratamiento sobrenatural reencarnado en vehículo de chiste barato no logra aportar nada más a lo visto en incontables parodias, comedias o incluso sketches similares pero decididamente más disfrutables.
Y es que a este tipo de películas se las debería dejar descansar en paz, no por respeto a sus hacedores, sino por respeto al público.

NIVEL DE VICIO: 2


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